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La durabilidad del hormigón, un punto fuerte de cualquier estructura

20 de agosto de 2024

En el sector de la construcción industrializada, la durabilidad del hormigón prefabricado se consolida como uno de los factores diferenciales más relevantes. Ya no basta con que una estructura sea resistente: debe mantenerse en buen estado durante décadas, con el menor mantenimiento posible.

¿Qué entendemos hoy por “durabilidad” del hormigón?

Según el actual Código Estructural (Real Decreto 470/2021), la durabilidad se define como la capacidad de una estructura para conservar sus características a lo largo de su vida útil prevista, en condiciones ambientales específicas, sin degradación significativa.

En el caso de elementos prefabricados de hormigón, como los que desarrollamos en Consolis Tecnyconta, hablamos de una vida útil nominal de entre 50 y 100 años, que puede ser eventualmente más gracias a un correcto diseño, fabricación y puesta en obra.

Agentes de deterioro y clases de exposición

La vida útil de una estructura depende en gran parte de la resistencia del hormigón a los agentes agresivos del entorno. El Código Estructural establece distintas clases de exposición ambiental, que sirven de guía para determinar la composición del hormigón, recubrimientos y otras prescripciones.

Principales agentes agresivos

- Carbonatación del hormigón (XC)

- Presencia de cloruros (XD y XS)

- Ciclos hielo-deshielo (XF)

- Ataque químico (XA)

- Humedad permanente (XM en ambientes industriales o agrícolas)

Una estrategia eficaz para garantizar la durabilidad debe contemplar que, dentro de una misma estructura, pueden coexistir elementos sometidos a diferentes tipos de exposición ambiental, lo que requiere soluciones específicas para cada caso. Así pues, el concepto de durabilidad está directamente vinculado a la vida útil de diseño establecida para cada tipo de estructura, es decir, la durabilidad la determina el proyecto.

Mucho antes de que comencemos a fabricar piezas de hormigón, ya se han estudiado los agentes agresivos a los que está sometida una estructura y el tipo de ambiente en el que se proyecta cada elemento

Durabilidad y sostenibilidad: una misma estrategia

En Consolis Tecnyconta entendemos la durabilidad como un pilar esencial dentro de nuestra estrategia global de sostenibilidad. Diseñar estructuras duraderas no solo alarga su vida útil y mejora su comportamiento frente a agentes externos, sino que también reduce intervenciones futuras, el consumo de recursos y las emisiones asociadas al mantenimiento o la reposición de elementos.

Bajo esta visión, desarrollamos soluciones como la gama de productos Green Spine Line®, que integra tecnologías de bajo impacto ambiental sin comprometer los criterios de durabilidad exigidos por la normativa.

Este enfoque se ha aplicado recientemente en la construcción de una plataforma logística de más de 130.000 m² en el polígono industrial Malpica (Zaragoza), donde se logró una reducción del 40 % de la huella de carbono asociada a la estructura prefabricada.

Beneficios técnicos de una durabilidad optimizada

Optar por elementos estructurales con alta durabilidad certificada tiene ventajas directas en el proyecto:

  1. - Reducción de mantenimiento programado y correctivo.
  2. - Aumento de la vida útil del activo sin pérdida de funcionalidad.
  3. - Mejora de indicadores de sostenibilidad (LCA, LEED, BREEAM).
  4. - Cumplimiento de normativas.

En Consolis Tecnyconta colaboramos con nuestros clientes desde las fases iniciales del proyecto, analizando condiciones de exposición y proponiendo soluciones estructurales adaptadas a cada entorno.

Conclusión

La durabilidad del hormigón prefabricado no es un concepto teórico, sino una propiedad que puede preverse, diseñarse y mejorar activamente. Gracias a un diseño estructural correcto, materiales seleccionados con criterio técnico y un proceso de fabricación industrializado, es posible obtener estructuras sostenibles, resistentes y con una vida útil prolongada.

Apostamos por una construcción sólida, responsable y orientada al futuro, donde cada elemento estructural aporte valor no solo en el momento de su instalación, sino durante toda su vida útil.