El mercado de Can Vidalet renace y presume de paneles GRC curvos

El mercado de Can Vidalet renace y presume de paneles GRC curvos

Mercado con paneles GRC de hormigón prefabricadoEl mercado de Can Vidalet en Esplugues de Llobregat, muy cerca de Barcelona, luce nueva cara: unos paneles GRC de colores realmente vistosos sirven para dar la bienvenida a un nuevo espacio, en el que la cadena de supermercados Lidl ha aprovechado para abrir un nuevo establecimiento. Pero esos paneles de hormigón prefabricado, realmente, no son los protagonistas. Lo verdaderamente importante es la recuperación de un espacio (la denominada plaza de la Bòbila) que une L’Hospitalet y Esplugues por una fina línea imaginaria que, en más de una ocasión, incluso ha supuesto algún quebradero de cabeza para sus alcaldes.

Dos ciudades, una sola ubicación

«La plaza de la Bòbila son dos ciudades, dos barrios, varios equipamientos compartidos y múltiples culturas en un solo lugar», cuenta Jose Polo en este artículo en el diario La Vanguardia. A través de sus líneas se descubre una historia singular: la del límite entre dos poblaciones que solamente se separan por una barrera mental. A nivel burocrático, los alcaldes de ambos lados reconocen algunos «incidentes», pero no hay que alarmarse por nada grave. Se trata simplemente de cuestiones relativas, por ejemplo, al mantenimiento o la limpieza de una plaza que se reparte en mitades que no están muy claras.

De hecho, la remodelación de la zona, en la que el mercado de Can Vidalet ocupa un lugar primordial, se ha tenido que gestionar de la mano del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) para coordinar a los dos implicados. «Y es que Esplugues y l’Hospitalet comparten ambulatorio, centro cultural, biblioteca, esplai y en la plaza está el mercado provisional de Can Vidalet», cuentan en el mismo artículo. La historia de Jose Polo se escribió en mayo de 2021, tan solo unos meses antes de que la palabra «provisional» ya no fuese necesaria.

Can Vidalet resurge

Despojarse del mercado provisional era vital para los habitantes de la zona, ya que las efímeras instalaciones restaban vida a la plaza. Y tras una inversión de 7,5 millones de euros (100% a cargo de Lidl), el mercado volverá a acoger sus 30 parada tradicionales con los paradistas de toda la vida.

Conocida algo de su intrahistoria, hablar de esta obra supone volver a poner de relieve la versatilidad del hormigón prefabricado. Y más concretamente de los Paneles GRC. Reconstruido con una arquitectura distintiva de MiAS Architects, el mercado presume de unos llamativos paneles de hormigón reforzado con fibra de vidrio de forma curvada y coloreados siguiendo las indicaciones del arquitecto. Todos ellos fabricados en nuestras instalaciones de Tauste.

 

Paneles GRC curvos y de colores

El color final también cuenta con sus dosis de historia: el degradado rojo y verde se consiguió tras un intenso tratamiento manual. Hecho esto, se aplicó un acabado visual a varios de los paneles con la intención de imitar una vieja fachada con carteles viejos y superpuestos.

Por otro lado, estos elementos prefabricados fueron construidos sobre moldes curvos de R=11,80 metros, mientras que los paneles rectos se colocaron sobre una estructura metálica, en su mayoría soldada, combinada con anclaje mecánico sobre una losa de hormigón. Un diseño único, exclusivo, ligero y que sirve para subrayar nuevamente la flexibilidad de los prefabricados de hormigón.