Reciclabilidad: otro pilar básico de la Economía Circular y el hormigón

Reciclabilidad: otro pilar básico de la Economía Circular y el hormigón

Reutilización, reparación, refabricación y reciclabilidad. Podríamos decir que son los cuatro aspectos más relevantes a la hora de abordar la relación entre el hormigón y la Economía Circular. De hecho, en este artículo, ya abordamos en este artículo uno de los más relevantes (la refabricación). Lo hicimos utilizando una serie de reportajes que han elaborado desde ANDECE y que pensamos aportan una serie de claves imprescindibles para hablar de sostenibilidad. Por eso queremos tocar este segundo concepto ¿Qué entendemos por reciclabilidad?

Reciclar debería ser siempre la última opción

Las construcciones con hormigón hace ya mucho tiempo que tienen sus ojos puestos en los estándares más exigentes de respeto al medio ambiente. Una de sus características intrínsecas lo hace posible: la durabilidad del material, que permite disfrutar de una infraestructura durante decenas de años; además de su facilidad para la reparación y, si esto no es posible, la cada vez más factible reutilización o refabricación. La última estación de la llamada Economía Circular es, por lo tanto, el reciclaje. Es «la única que implica una transformación de los materiales (las otras tres, reutilización, reparación y refabricación se destinan a extender la vida útil de los materiales), con las consecuencias que ello puede tener en términos ambientales y económicos», concretan desde ANDECE.

Reciclabilidad del hormigón

¿Todos los materiales de construcción son reciclables? No. «Siempre hay que analizar si esto será posible, atendiendo a criterios de costes (logística, disponibilidad, energía), diseño (el producto reciclado por lo general tendrá una reducción en las prestaciones a si fuera fabricado con materiales primarios) o factibilidad (reglamentación aplicable)», explican en su artículo. Aunque suene muy técnico, que realmente lo es, esto se puede explicar con pocas palabras: a veces hay piezas que no se pueden reciclar porque están compuestas de varios elementos complicados de separar para transformarlos en algo nuevo.

Si bien no es fácil encontrar cifras concretas acerca de qué cantidad de hormigón se recicla anualmente tanto en España como a nivel global, lo que sí despierta cierto consenso es que esta técnica «ofrece un potencial adicional para reducir las emisiones de carbono», tal y como revelan en este reportaje, en el que se especifica que «el hormigón triturado no es solo una opción viable para reemplazar la arena de construcción, que ahora escasea, sino que también podría reducir las emisiones asociadas con el hormigón». Por todos estos motivos, consideran que reciclar es algo que promete mucho para el futuro más próximo.

Alcance potencial del reciclaje

La experiencia y los datos con los que cuenta ANDECE certifican que, actualmente, el caso más elemental de reciclaje en el sector del prefabricado de hormigón está vinculado a la incorporación de «áridos reciclados procedentes de restos de hormigón que han sido procesados para reintroducir en un nuevo ciclo productivo». Gracias a ello se evita gran parte de las extracciones en cantera o el transporte de dichos áridos hasta las plantas prefabricadoras, ya que en su gran mayoría provienen de residuos de hormigón que generamos las propias empresas en nuestras instalaciones.

3 claves sobre el reciclado de hormigón

  • El proceso para dar a luz hormigón reciclado nace desde la propia demolición de una estructura. Para que culmine con éxito, es necesario separarlo de forma efectiva de otros materiales (vidrio, ladrillos…) que puedan contaminarlo.
  • Una vez triturados los restos de hormigón en cuestión, desde Structuralia explican que los fragmentos de áridos se clasifican por tamaños.
  • El ‘resultado final’ (dejando a un lado los aspectos más técnicos que solo los especialistas alcanzan a comprender) son partículas pequeñas y grandes. Las investigaciones llevadas a cabo hasta el momento han sido las que han demostrado que los recursos gruesos son los más aptos para la reconstrucción de estructuras.

Conclusiones sobre la reciclabilidad

«En realidad, el reciclaje es la única vía capaz de cerrar el ciclo y que las otras tres vías (reutilización/reparación/refabricación) están orientadas a alargar la vida útil de productos y materiales», recalcan desde ANDECE. No obstante, es importante tener en cuenta en el presente este aspecto futuro, ya que el hormigón que se fabrique hoy deberían contemplar la opción de reciclarlo fácilmente en el futuro «mediante la utilización del menor número de materiales distintos posible, añadir juntas y conexiones mecánicas y no soldadas o adheridas, evitar el empleo de materias primas que hoy estén permitidas pero que en un futuro se estima se limite su uso o incluso se prohíba, etc.», concluyen.