El uso imprescindible de los aditivos para hormigón

El uso imprescindible de los aditivos para hormigón

Uso de aditivos en el hormigónDesde hace mucho tiempo, la construcción no se entiende sin el hormigón, sin duda uno de los materiales de referencia. Pero detrás de algo tan ‘simple’ como puede ser el hormigón se esconden muchos secretos. Por ejemplo, igual que la construcción necesita de este material, el propio hormigón necesita desde hace muchos años la ayuda de los aditivos para conseguir adaptarse a cualquier proyecto que se ponga por delante.

Igual que sucede con la comida, los aditivos para concreto sirven para modificar sus propiedades de base, añadiendo propiedades que no tiene por sí solo, para obtener conseguir una mezcla que se adapte mucho mejor al proyecto que quieres acometer. Aunque pueda parecerlo, el uso de aditivos no es algo moderno: a su manera, ya se vienen utilizando desde la mitad de los años 50.

¿Qué se puede destacar sobre la existencia y el uso de los aditivos para el hormigón?

  • Pueden ser de naturaleza orgánica o inorgánica, creados de manera artificial.
  • Se añaden siempre antes del amasado y la proporción utilizada nunca puede ser superior al 5% de su peso.
  • Tienen capacidades diferentes y por eso existen una gran cantidad de aditivos, aunque los más utilizados son los que modifican el proceso de fraguado para adaptarse así a circunstancias puntuales.

Tipos de aditivos para prefabricados de hormigón

Acelerantes, retardantes, hidrófugos, antibacterianos o incluso con propiedades colorantes, los aditivos sirven, sobre todo, para optimizar diferentes recursos tanto en obra, en fábrica o a lo largo de la vida útil de la construcción realizada. De esta forma, ayudan a su manera a cumplir con la irrenunciable meta de la sostenibilidad de la construcción.

En el caso concreto de los prefabricados de hormigón todas las piezas y las ayudas que brindan los aditivos sirven siempre para un mismo beneficio: conseguir procesos más eficientes, reducir la energía que se utiliza y optimizar el uso de materiales sin renunciar a las prestaciones de mayor calidad, tal y como se destaca esta empresa especialista en aditivos.

Algunos ejemplos prácticos

Los aceleradores del fraguado, por ejemplo, son habituales en la producción del hormigón prefabricado y como indica su propio nombre (que no deja mucho espacio a la sorpresa) disminuye el tiempo que tarda en fraguar el hormigón aumentando, entre otras variables, su velocidad de hidratación. El trabajo contrario se consigue con los retardadores, que retrasan el inicio de este proceso manteniendo su «docilidad» por más tiempo. No obstante, los retardadores del fraguado están más recomendados para el hormigón en masa o el bombeado, pero no se suelen utilizar en elementos prefabricados.

¿Qué otros detalles importantes se pueden destacan de los acelerantes?

  • Permiten un rápido avance de la obra e incluso del transporte de las piezas que se generan en fábrica.
  • Se genera una importante reducción de los desperdicios generados, un externo directamente vinculado a los criterios de sostenibilidad.

Otro aditivo muy famoso es el superplastificante, que tiene el objetivo fundamental de mejorar el ciclo de vida de los que construye gracias a su utilización. El nombre, de nuevo, ya deja ver algunos detalles sin necesidad de grandes conocimientos: consigue aumentar la plasticidad, permite una rápida liberación del pretensado y disminuye la cantidad de agua utilizada para el amasado.

Este aditivo superplastificante de Basf, específico para prefabricados, tiene una larga lista de ventajas, pero destacan algunas tan relevantes como que «mejora la impermeabilidad y la durabilidad del hormigón» porque disminuye su porosidad; además, reduce los ciclos de curado y permite fabricar hormigón a baja temperatura.

Por su parte, el uso de aditivos que permiten la inclusión de aire en el concreto facilita la retención intencionada de burbujas microscópicas de aire. El proceso para formar estas burbujas es realmente técnico, pero merece la pena detallar que el objetivo final optimizar de la forma más eficiente lo que dura el concreto, sobre todo, frente al hielo y al deshielo, así como frente a la acción de sales y sulfatos.

¿Y si hay que darle color al hormigón?

Pues entonces lo mejor es utilizar aditivos colorantes que permitan adaptar este material a lo que exige el proyecto. Gracias a estos aditivos tenemos una razón de peso para decir que el hormigón no es solamente una materia gris.

En las obras con prefabricados, el aspecto exterior es fundamental. Hablamos de las cubiertas, por ejemplo. De forma que, si la intención es aportar un color diferente al habitual, «tendremos que utilizar colorantes o pigmentos. Estos aditivos son polvos generalmente constituidos por óxidos metálicos», tal y como explican en este completo PDF, que habla en profundidad sobre los aditivos de los que hemos hablado en el artículo.