Impresión 3D y otras tendencias de la construcción 4.0

22 Mar Impresión 3D y otras tendencias de la construcción 4.0

Existe un robot llamado SAM100 que tiene la capacidad para colocar 3.000 ladrillos si así lo deseas. Sin contextualizar, puede que la cifra (o el hecho de un robot pueda hacer algo así) no te impresione. Pero si te decimos que las manos de una persona solo se pueden ocupar (ladrillo arriba o abajo) de 500 diariamente, es posible que te hagas una idea más aproximada de lo que suponen las nuevas tecnologías para el sector de la construcción.

El caso es que este ejemplo es solo una muestra del nuevo escenario que vive la construcción, un sector obligado a reinventarse y engancharse, como se suele decir, al tren de la tecnología que envuelve a todo lo que nos rodea. En esencia, la construcción no puede ser ajena a la transformación digital o al uso de nuevas tecnologías para hacer su trabajo. La corriente en este sentido es de tal magnitud, que nadie duda ya en denominar el asunto como construcción 4.0. Para esta transformación, el sector tiene un gran espejo en el que mirarse: la industria, que ya ha avanzado mucho en este terreno.

¿Hay algún dato que indique a las claras la necesidad de digitalizar este sector? Sin duda: un informe citado en este artículo de Retina (El País) ya indicó en su momento que la construcción ha presentado durante mucho tiempo los menores índices de digitalización a nivel mundial. En 2015, el Instituto Nacional de Estadística (INE) señaló que, del total en gasto en innovación de las empresas españolas, solo el 1,1% provenía de compañías radicadas en el sector de la construcción.

Ventajas de la digitalización

Pero no todo es negativo, obviamente. La construcción se ha dado cuenta a tiempo de que las nuevas tecnologías pueden hacer mucho en el terreno de la eficiencia y la productividad. «La tecnología ya da respuesta a los retos de la construcción del futuro», indican desde ITAINNOVA, que señalan grandes beneficios de incorporar la tecnología (robótica o impresión 3D) a los procesos constructivos, tales como:

• Mejora de los procesos gracias a la virtualización.
• Optimización gracias al uso de información en tiempo real.

No obstante, conviene señalar que la robótica, la impresión 3D, o incluso el Cloud Computing no revolucionarán la construcción por si solos. Tiene que ser una ‘fusión’ de todas esas disciplinas, gracias a las cuales, por ejemplo, arquitectos, aparejadores, ingenieros, maestros de obra, operarios, propietarios, rehabilitadores o inspectores «tendrán acceso al ciclo de vida completo de los proyectos y compartirán el mismo histórico de datos a la hora de desempeñar sus respectivas tareas», tal y como asegura la responsable del BB Construmat en el diario El País.

Construir con nuevas tecnologías

Cuando dicen que en la construcción se puede sacar mucho provecho de compartir información a tiempo real, no se está hablando de ninguna tecnología extraña o ajena a lo que hacemos cada día. El Cluod Computing no es otra cosa que compartir información en la nueva para que poder acceder a ella desde cualquier punto y al momento. Es un modelo que se adapta a la forma de trabajar de las empresas, y no al revés. Gracias a ello, se pueden registrar imágenes desde una obra que llegan a la planta, y desde la cual se pueden tomar decisiones casi instantáneas acerca del desarrollo de una obra. Y esto es solo un mínimo ejemplo.

Junto al Cloud Computing, o el ya conocido BIM, la impresión 3D está comenzando a dar pasos firmes como una de las tecnologías que de verdad revolucionará la construcción, incluso en el terreno de los prefabricados de hormigón. Ya existen impresoras que pueden construir una casa en 24 horas, o levantar 200 metros cuadrados en solo dos días.

En cuanto a la dimensión de la impresión 3D y los productos con base ceméntica, desde ANDECE han elaborado un interesante artículo que merece la pena conocer para profundizar hasta donde llegarán las nuevas tecnologías en este sector. Y todo apuntará a que será hasta los cimientos.