Los 5 pilares de la construcción prefabricada de viviendas

Los 5 pilares de la construcción prefabricada de viviendas


 
 
Gracias a la Asociación de Fabricantes de Viviendas Industrializadas de Hormigón en Altura (VIVIALT) se ha puesto de relieve (con más intensidad si cabe) los beneficios cuantitativos y cualitativos de construir con piezas prefabricadas de hormigón. Siempre ha sido un territorio muy asociado a otro tipo de construcciones (logísticas, ganaderas, etc.), pero los edificios en altura también pueden ser proyectados y levantados de esta forma. ¡Y estas son las 5 ventajas de unirse a la construcción ex situ!
 
 
 
 

1. La calidad del proceso y el material

Para la construcción de viviendas industrializadas se recurre al uso de precisas herramientas como la ya conocida metodología BIM u otras vías de automatización de procesos para mejorar, entre otras cosas, el control de la obra. Por su parte, en los procesos de prefabricación se emplea un hormigón de «calidad superior» a los del sistema tradicional, un extremo confirmado por la norma UNE-EN-127050, tal y como confirman desde VIVIALT.

También muy relacionado con la calidad está el hecho de que las piezas se elaboren en instalaciones ‘bajo techo’ para evitar las inclemencias del tiempo y con ellas los daños relacionados por la humedad y el moho.

2. Los plazos de trabajo

Este aspecto siempre ha sido, y nunca mejor dicho, uno de los grandes pilares de los prefabricados de hormigón. La denominada construcción ex situ «permite realizar de forma simultánea» trabajos que dentro de una obra tradicional tendrían que ser secuenciados. Las obras sobre el terreno son mucho menos vulnerables a los retrasos por circunstancias extraordinarias, mientras que la «sincronía entre el trabajo de ingeniería y obra» se ocupa de reducir el calendario de proyectos.

3. El coste-valor

Si los plazos se han erigido como un beneficio indudable de la prefabricación, en el terreno de las viviendas en altura no cambia el panorama. Desde VIVIALT recuerdan que «las desviaciones entre el coste final y el presupuesto son muy inferiores» si se toma como referencia la construcción tradicional. Por otro lado, los edificios resultantes son mucho más duraderos gracias a las propias piezas de hormigón prefabricado, que apenas requieren de mantenimiento, aumentado el valor del inmueble durante un periodo más amplio.

4. Productividad y seguridad

La especialización de los equipos es otro aspecto fundamental de la construcción industrializada de viviendas prefabricadas. Los trabajadores se centran «en sus labores específicas» sin tener en cuenta distracciones naturales y contando con «maquinaria precisa para el desarrollo de su oficio». Los entornos son muchos más controlados, permitiendo una reducción sustancial de los accidentes laborales, se mejora «la cultura general» del trabajo constructivo con mayor estabilidad en el empleo y se favorece la conciliación familiar.

5. Sostenibilidad

No puede faltar el aspecto medioambiental. Es clave en la construcción del siglo XXI. En este sentido, optar por la prefabricación es apostar por la reducción del uso de materias primas, residuos y emisión de gases de efecto invernadero. Los excedentes se pueden reciclar para otros proyectos e incluso hay elementos que se pueden diseñar para montarlos, desmontarlos pasado un tiempo e instalarlos en otra ubicación.

Por último, desde VIVIALT también mencionan la «flexibilidad Plug&Play» como elemento diferenciador. «Con el diseño prefabricado existe la oportunidad de incluir elementos adaptables para usos a largo plazo, tanto en diseño de estructuras que aguanten cargas y luces mayores a las tradicionales, como piezas de distribución y energía para mejorar los espacios», recalcan.

¿Quieres conocer algunas de las obras de viviendas más punteras realizadas con prefabricados de hormigón? En ese caso solo tienes que hacer clic aquí.

*Imagen: Consolis Parma