Las naves logísticas seguirán siendo en 2022 el activo inmobiliario más demandado

Las naves logísticas seguirán siendo en 2022 el activo inmobiliario más demandado

Las naves logísticas se han convertido en un nuevo objeto de deseo para decenas de operadores en España. Realmente ya eran un activo inmobiliario relevante, pero la crisis en la cadena de suministro y la necesidad de contar con stock suficiente (y cerca del consumidor) para regatear el desabastecimiento han acentuado las necesidades. Lo corroboran los datos: desde el año 2020, un 25% de las inversiones inmobiliarias que se han hecho en nuestro país han sido de logística. BNP Paribas cifra este apetito en 4.300 millones de euros, lo equivalente a los 4-5 años anteriores a la explosión de la pandemia.

Naves logísticas construcción en 2022

Acortar las cadenas de suministros

Los cortocircuitos derivados de la gran crisis sanitaria mundial han hecho que las empresas ya no quieran correr ciertos riesgos. Es cierto que el cuello de botella mundial en los puertos comienza a corregirse, que la crisis de las materias primas es coyuntural (aunque larga) y que, por otro lado, el fantasma del desabastecimiento ha ido perdiendo fuerza una vez superada la Navidad 2021.

Pero ya nadie se fía del cortoplacismo: el 68% de los participantes en el European Real Estate Logistics Census, tal y como recogen en este otro artículo, quiere apostar por naves logísticas para relocalizar operaciones, evitar en la medida de lo posible los retrasos en las entregas o reducir el impacto que la subida de los combustibles tiene en las finanzas de cualquier empresa.

Así pues, todo hace prever que 2022 volverá a ser bastante prolífico en el segmento logístico: un 58% de los operadores ya sabe que aumentará el suelo contratado. Y en esta misma línea se sitúan los retailers (46%) y fabricantes (41%).

Solo para los países que conforman la Europa occidental se estima una necesidad de 16,5 millones de metros cuadrados para logística, ya que hasta el 47% de las consideradas «grandes empresas» han asumido que tendrán que aumentar exponencialmente su stock en los almacenes con la intención de resentirse menos si la cadena de suministro vuelve a enfrentarse a los problemas que hemos conocido recientemente.

Última milla: el concepto revolucionario

A la creciente necesidad de protegerse de futuros contratiempos, o la ingente cantidad de compras online que se realizan en todo el mundo (y que en 2022 volverán a crecer), se une otro concepto interesante: la última milla. Entendido como el último movimiento que realiza cualquier mercancía hasta la llegada a su destino final, la última milla tiene la llave para que las empresas puedan ahorrar en costes y ser a la vez mucho más sostenibles.

Para destacar en este aspecto, las empresas que venden online o las propias compañías de reparto se han preocupado de tener a su disposición una buena red de puntos de entrega, o incluso se ha apostado por tener almacenes dentro de las ciudades. Pero una logística impecable y un reparto capilar perfecto requieren, de nuevo, de centralización. Y es que los estudios realizados hasta el momento demuestran que un 80% de los comparadores no vuelve a repetir operación con una marca que ha fallado en el transporte, así que las empresas solo tienen una solución: hacer que las naves logísticas estén cerca de los núcleos urbanos (30 kilómetros a la redonda de grandes centros neurálgicos) y gocen de buenos accesos para los trabajadores.

Sobre la conveniencia de apostar por la construcción industrializada y los prefabricados de hormigón para poder operativas naves en un corto periodo de tiempo, cubriendo así todas las necesidades mencionadas, ya hablamos en este artículo concreto. ¡Contacta con nosotros si crees que podemos ayudarte con tu proyecto!