Por qué a la construcción le importa tanto el año 2020
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¿Por qué nos importa tanto el horizonte 2020?

¿Por qué nos importa tanto el horizonte 2020?

En muchos de nuestros post hemos mencionado el año 2020. Siempre lo hemos hecho en un contexto de sostenibilidad y eficiencia. Pero, ¿Por qué esas constantes referencias a ese año?

La respuesta a las primeras preguntas es muy sencilla: Europa mira al año 2020, un horizonte en el que muchas cosas tienen que haber cambiado. En esencia, los objetivos del ‘Horizonte 2020’, que es así como se llama oficialmente, tienen la firme intención de hacer de este mundo un espacio mejor. Y, como no podría ser de otra manera, las empresas de construcción tenemos mucho que decir en todo esto. No solo tenemos una responsabilidad con quien encarga una obra, también la tenemos con nuestros vecinos y, más globalmente, con el planeta.

Los objetivos para 2020 se establecieron por las autoridades europeas en el año 2007 y, dos años más tarde, se incorporaron al marco legislativo. Cada país, en función de su capacidad productiva, tiene misiones concretas. Los objetivos ambientales de España, por ejemplo, no son los mismos que tiene Malta.

«Una de las prioridades de Horizonte 2020 está dedicada a los retos de la sociedad», aseguran desde el Ministerio de Industria. Para descubrir todos los objetivos, no solo los que afectan a la construcción, solo hay que entrar en la web adecuada. Pero, ¿cuáles son los más destacados?

  • Teniendo en cuenta los niveles de 1990, hay que reducir un 20% los gases de efecto invernadero.
  • Al menos un 20% de la energía que usemos tiene que ser renovable.
  • El mismo porcentaje se quiere alcanzar en materia de eficiencia energética.

Y la construcción, ¿qué tiene que ver con el 2020?

Nave logística con prefabricadosDesde el sector de la construcción podemos hacer mucho por los retos sociales que se enmarcan dentro del horizonte 2020. No es que podamos, es que debemos. Si queremos alcanzar esa sociedad moderna y eficiente que funciona con materias primas respetuosas tenemos que ponernos el mono de trabajo. Para crear un mundo más sostenible tenemos la misión, entre otras cosas, de construir edificios de consumo energético casi nulo.

Este objetivo nos exige un cambio en las formas de entender las ciudades. Las Passivhaus nos marcan el camino. Para conseguirlo, no podemos obviar los esfuerzos para que los trabajadores estén formados adecuadamente en Eficiencia Energética (EE) y Energías Renovables (EERR).

Materias primas respetuosas

El aislamiento de un edificio, por ejemplo, tiene mucho que decir en el campo de la eficiencia energética. También los materiales, que cada vez más provienen de otros reciclados, en lo que se conoce como economía circular. En el caso de los prefabricados de hormigón, se trata de materiales que cumplen desde hace tiempos con criterios sostenibles. Se obtienen con materiales cercanos a las bases productivas, son uno de los mejores aislamientos térmicos para edificios y, cuando su ciclo de vida termina, ‘renacen’ para utilizarse como áridos (o como otro tipo de prefabricado) reciclado.