Breeam y Passivhaus: los retos de la edificación sostenible para 2030 - TECNYCONTA
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Breeam y Passivhaus: los retos de la edificación sostenible para 2030

Breeam y Passivhaus: los retos de la edificación sostenible para 2030

El horizonte 2020 es algo más que una fecha. Los 10 años comprendidos entre este año crucial y el 2030 hay programados una serie de cambios que deberían transformar el mundo. En lo que respecta a la edificación, la ya conocida (dentro del sector) Directiva Europea 2010/31 ha marcado dos hitos relevantes y de conocimiento imprescindible: todos los edificios públicos tienen que ser de consumo casi nulo (ya desde diciembre de 2018), pero a partir de 31 de diciembre de 2020 todos los edificios, sin ninguna excepción, también deben serlo.

 

Lucha constante contra el cambio climático

Según algunos datos publicados recientemente, en Aragón (donde su ubica nuestra sede central) quedan alrededor de 11 años para que las consecuencias del calentamiento global sean irreversibles. Es decir, el reloj hace tiempo que ya corre. Y la clave está en concienciar a todos los estratos de la población de que los efectos del CO2 sobre el medio ambiente no solo provienen de los coches o las grandes chimeneas de las industrias. También desde nuestros hogares se genera una huella de carbono susceptible de ser reducida. Del impacto generado en el interior de las casas, debe ocuparse cada uno individualmente. Del que puede provocar la construcción de un edificio (o de una nave industrial, o de una granja…) ya nos ocupamos las empresas.

La construcción eficiente es un camino más para ayudar a detener el cambio climático. Suena a Perogrullo, pero lo es. Y existen determinadas formas de construir que ya han demostrado su efectividad en este terreno: por ejemplo, la construcción de edificios bajo el estándar Passivhaus reduce las necesidades energéticas hasta un 90%. «Una superficie de 100 m2 supone un gasto económico de unos 10€ al mes para climatizarla», aseguran en este artículo, que se hace eco de una cifra contundente a este respecto: solo en la Comunidad de Madrid, si todo el parque de vivienda fuese Passivhaus se podrían ahorrar 700 millones de euros. Y las consiguientes toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera, claro.

¿Conoces la hipoteca verde?

Actualmente, según datos del diario Expansión, en España tan ‘solo’ hay 350 viviendas y espacios públicos que cuentan con la certificación Passivhaus. A todos ellos hay que sumarles los que poseen el sello Breeam, como este edificio en el que trabajamos en Castellón, que en su momento se convirtió en el primer sello para certificar una construcción sostenible en base a 49 exigentes requisitos que se deben cumplir para obtenerlo.

Tanto el sello Breeam como la obtención del certificado Passivhaus pueden convertirse en poco tiempo en la llave para obtener mejores condiciones en una hipoteca. Es la muestra de la importancia que está tomando la conciencia ecológica.

Actualmente, la calificación energética de un edificio es obligatoria (y regulada por las Comunidades Autónomas), es una herramienta de primer orden para conocer el consumo de una vivienda y un vehículo más para la reducción del CO2. Pero a todo esto suma un desconocido producto que empieza a tomar fuerza: las hipotecas verdes, que se conceden en base a la calificación del edificio, e incluso en función de los certificados que ya hemos mencionado. Este tipo de producto financiero ofrece «préstamos más baratos para promover una obra nueva o reformar inmuebles ya construidos».

Para obtener una buena calificación energética y contribuir de esta forma a revertir el calentamiento global entran en juego muchos factores. Uno de ellos es el aislamiento o la utilización de materiales respetuosos. ¿Ya conoces cómo el hormigón puede contribuir a ello? Te lo explicamos con más detalle en este artículo.